¿Cómo? ... ¿Qué aún no eres socio?

Es muy fácil

- Rellena la ficha de inscripción con tus datos en letra clara ( a ser posible mayúsculas).
- Pon tu mejor foto en el lugar indicado para ello.
- La ficha de inscripción te la puedes descargar pinchando aquí.
- Deberás hacer el pago de la cuota de la Asociación que son 15 € al año. Puedes hacerlo en la cuenta que La Verea tiene en Caja Almendralejo indicando en el concepto tu nombre y "Pago cuota anual".
- También puedes entregar el dinero a cualquier miembro de la directiva que seguro que nos conoces.

Cuando ya lo tengas todo, nos haces llegar la ficha de inscripción como prefieras, en mano, por correo electrónico o por correo ordinario a la dirección que aparece en la ficha de inscripción.

Y eso es todo, si tienes alguna duda , te puedes comunicar con nosotros mediante el formulario de contacto.

¡Ser socio tiene sus ventajas!
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La Verea por el mundo


Miguel Zapata y Srª en Francia


Ángel Luna y Sra. en Pisa. (2018)



 En Santiago de Compostela


Angela y Eloy en Alemania

Miguel Angel en Italia
Y también en Palma de Mallorca
Laura en Edimburgo

La familia Gordillo Patilla en la Ruta del Cares



Consejos: Equipo básico


1.- El calzado es lo más importante en el equipo de un senderista, ya que sobre los pies recae todo el peso del cuerpo, y una rozadura, molestias en los pies, etc., nos puede incomodar nuestro día de ruta. 

Un calzado adecuado es la base de todo, jamás se te ocurra estrenar calzado el día que tienes una ruta larga o mucho menos de varios días, tipo Camino de Santiago. Antes debes haber adaptado tus botas o zapatillas a tus pies con caminatas previas más suaves. Así mismo, ten mucho cuidado si te vas a calzar unas botas viejas que hace años que no utilizabas, pues además de que se te puede romper o rajar la suela en una ruta larga por terreno accidentado, te pueden causar una serie de rozaduras que convertirán la ruta en una auténtica pesadilla. 

Cuando vayas a comprarte unas botas debes tener en cuenta varios factores: Si tú idea es la de hacer largas caminatas de 12-14 km en adelante o de grandes desniveles, recuerda que el pié tiende a hincharse conforme mas distancia y horas llevamos caminando por lo que si notas que te estás probando te queda un poco justa o simplemente no puedes mover todos los dedos, cómprate un número más. Las botas de montaña deben ser ligeras, cómodas y fuertes, con los tobillos siempre bien protegidos. En las tiendas especializadas las encontrarás para todos los gustos y presupuestos. Aunque te sobre la pasta, no te dejes seducir por las marcas famosas, en mi experiencia compartida durante años con varios compañeros, botas más cómodas que siempre hemos calzado han sido las “Quechua” de 1er. ó 2º precio del DECATHLON, apenas 25 € y nos han aguantado hasta dos temporadas perfectamente saliendo casi todos los fines de semana del año. 

En caso de duda, no olvides que lo mejor para andar por los senderos y terrenos accidentados son las botas de montaña. Estas botas han de ser ligeras, cómodas, fuertes, con una suela gruesa y dura. El tobillo ha de estar bien protegido para que evite torceduras, esguinces y rascadas. El gore-tex, es un material que impide que el agua o la nieve derretida, penetre dentro de la bota, este material no necesita mantenimiento y es impermeable. 

Usa sólo las botas durante la ruta, el trayecto previo y posterior en coche conviene realizarlo con un calzado cómodo o incluso con chanclas que te mantendrán los pies frescos y relajados. Tus pies te lo agradecerán enormemente al llegar a los coches. 

2.- La importancia de los calcetines: Es muy conveniente llevar unos calcetines de repuesto. Si los que llevamos se nos mojan, sudamos mucho, pasamos por sitios donde se nos llenan de pinchos... etc., mejor tener unos limpios en la mochila. También nos pueden servir para abrigarnos las manos si nos sorprende mal tiempo y no llevamos guantes (Maurice Herzog, uno de los dos montañeros que coronó por primera vez un ocho mil, el Anna purna, dice que se habría librado de las graves congelaciones que sufrió en los dedos de las manos -tuvieron que amputárselos todos- si no hubiera perdido los calcetines de repuesto que llevaba en su mochila). Es importante que los calcetines no lleven costuras, relieve y que no sean muy grandes para evitar las fastidiosas ampollas. Es recomendable utilizar calcetines de lycra que expelen el sudor y mantienen el pie seco. 

Unos calcetines de buena calidad y no demasiado viejos son tan importantes como las botas. Ahora hay unos técnicos buenísimos por unos 8-9 €, que son finitos, llevan refuerzos en los sitios propensos a rozaduras, incluso la puntera térmica para abrigar más los dedos de los pies. Y no suele ser buena idea el rudimentario truco de ponerse dos calcetines, porque de esa forma tenemos casi garantizadas las rozaduras o bien cuando el pié comienza a hincharse tras una larga caminata nos resultan muy incómodos los dos calcetines. 

No te olvides cortarte las uñas de los pies antes de una ruta larga o de gran desnivel de lo contrario en las bajadas veras las estrellitas a cada paso ó directamente perderás mas de una uña o las dejarás machacadas.

3.- Llevar siempre una vestimenta adecuada que nos proteja del frío, del viento y de la lluvia o de la nieve, aunque por la mañana al salir de casa luzca el sol o veamos un cielo completamente estrellado, pues en alta montaña el tiempo cambia muy deprisa y nos podemos ver sorprendidos por una tormenta, nevada o ventisca. Entre los meses de octubre a mayo e incluso en verano para rutas de varios días deberíamos llevar siempre un chubasquero en el fondo de la mochila que no pesa nada y apenas ocupa espacio. Si vas a ir a una zona nevada no te olvides del gorro de lana, gafas de sol, protección solar, guantes, braga, un buen forro polar y ropa de abrigo en general. 

De la misma manera que de mayo a octubre no debería faltar en el fondo de tu mochila un bañador por si la ruta pasa cerca de una zona que invita al baño en uno de esos días en que el cuerpo te lo pide y la ocasión se presta a ello. Obviamente en verano no te puede faltar la gorra, gafas de sol, protección solar, al menos antes de echar a andar y si la ruta no pasa por ningún punto de agua, el doble de bebida de lo que hayas calculado. 

La vestimenta más adecuada es aquella que sea ligera, amplia y que permita libertad de movimientos. 

Las camisetas deberían ser siempre transpirables. Nunca de algodón, se empapan rápidamente y hacen perder calor con más velocidad. Si se quiere llevar, será encima de una transpirable para mantener el sudor lejos de cuerpo. 

4.- Gafas de Sol: Imprescindibles en montaña. Conviene llevar un segundo par de repuesto, sobre todo en terreno nevado de montaña. 

5.- El botiquín debe formar parte de tu mochila y no esperar que otro lo lleve por ti. Una simple rozadura puede amargarte la excursión. En la mayoría de los casos basta con un pequeño maletín o bolsita que contenga unas pinzas, tijeritas, gasas, tiritas, vendas, esparadrapo, material para curas como: aguja e hilos para tratar ampollas, paracetamol, colirio, mercromina ó betadine, pomadas antiinflamatorias, ibuprofeno y unas tobilleras. Las personas que padezcan de problemas de rodillas deben llevar también rodilleras para amortiguar las bajadas y quien padezca de problemas de espalda subida, una faja con ballena que nos ayude a sobrellevar mejor el esfuerzo extra que supone cargar con la mochila. 

¡¡ Bienvenidos al Blog !!

En esta primera entrada queríamos daros la bienvenida a todos y todas y también agradecer vuestra visita al blog de la Asociación Senderista-Cultural  "La Verea".
Aquí podréis encontrar información sobre las rutas que realizamos y de las actividades que se realizan desde la Asociación.
Este blog  debe entenderse como un espacio de comunicación entre todos los socios, amigos y simpatizantes.
Queremos que sea un foro de participación en el que os animéis a comentar y a hacer sugerencias y aportaciones, que no sea un mero tablón de anuncios.

¡ Nos vemos en ruta !

Y para comenzar os dejamos  con estas palabras de Kilian Jornet

LA CARTA DE VALORES 

1. Nadie nos dijo qué éramos. Nadie nos dijo que fuéramos. Nadie nos dijo que sería fácil. Alguien dijo que somos nuestros sueños. Que si no soñamos, estamos muertos.

Lucharemos por nuestros sueños, seguiremos nuestras pasiones, porque creemos que el sentido de la vida está en no seguir el camino de nadie. El sentido es trazar nuestro camino hacia lo que queremos. Y a pesar de las dificultades, aprenderemos en cada caída para poder continuar.

2. Nuestros pasos siguen el instinto que nos lleva hacia lo desconocido.

Tomar riesgos no es apostar, es evolucionar, es cambiar la persona que somos. Ser libre es ser nosotros mismos, no seguir a nadie, es tomar nuestras decisiones. Es elegir. Elegir formar una familia, elegir llegar a la cima, elegir un trabajo. En la montaña, nosotros somos los que trazamos nuestra huella, los que decidimos si bajar o no una canal, si subir una cima u otra. A veces acertamos y a veces no, pero nosotros abrimos nuestra traza en un lugar donde no hay caminos.

3. No miramos los obstáculos que hemos superado, sino los que tenemos delante.

Tenemos que aprender del pasado, sin vivir en él, coger experiencia de lo que hemos vivido y el respeto y el miedo para poder construir un futuro sólido. El pasado no es la vida que nos hace vivir. Lo que hacemos hoy no debe ser un crédito para asegurar el mañana. Viviremos cada instante del presente mirando lo que tenemos ante nosotros.

4. No se trata de ser los más rápidos, los más fuertes o los más grandes. Se trata de ser nosotros mismos.

«¿Hasta qué punto las dificultades extremas justifican medios extremos?», se preguntaba Walter Bonnati. El hombre ha demostrado que con la tecnología es capaz de construir lo que se proponga. Pero, ¿tiene algún sentido? Tenemos que aprender a vivir con menos, con lo que necesitamos para poder ser lo más humanos posible, para estar al máximo de adaptados al medio, a la naturaleza. Nuestra fuerza son nuestros pies, nuestras piernas y nuestro cuerpo, nuestra mente.

5. No somos corredores, alpinistas o esquiadores... ni siquiera deportistas... somos personas.

Las emociones compartidas no suman, multiplican. Una cima no es un punto geográfico, una fecha y un crono. Una cima son recuerdos, emociones almacenadas dentro de nosotros, son las personas que nos acompañaban o nos esperaban abajo. Nosotros mismos somos todas las personas que amamos y admiramos, que nos acompañan cuando no están presentes.

6. No estamos seguros de lograrlo, pero estamos convencidos de conquistar la felicidad.

Fracasar es no intentarlo. Fracasar es no disfrutar de cada paso del camino, fracasar es no sentir. Habrá puñetazos, habrá dolor y objetivos que quedarán lejos, pero en ningún caso podemos fracasar si el camino es pleno, aunque no consigamos la cima.

7. Con simplicidad.

Iremos a la montaña sin intermediarios, sin asistencia, sin ayudas externas, con humildad, sin querer ser superiores a la montaña, porque sabemos que es mucho más fuerte, e iremos hasta donde nos deje ir. Aprenderemos a convivir con el mundo real, el de las rocas, las plantas y el hielo, el que hay bajo el cemento. El que estaba antes que nosotros y que estará cuando nos vayamos.

8. En silencio.

Haremos que nuestros pasos no se noten, siguiendo un camino ecológico, sin dejar nada más que nuestras huellas, que el viento borrará. La vida auténtica es la que llevamos dentro de nosotros, y es en el silencio donde nos podemos explorar a nosotros mismos.

9. Con responsabilidad.

Porque en la montaña no hay una mano para ayudarnos cuando estamos en peligro, no podemos abandonar el camino porque no hay camino, pero tampoco hay nadie para felicitarnos cuando consigamos lo que nos proponíamos. Porque la montaña está lejos de la hipocresía, porque la montaña es sincera. Somos responsables de todas nuestras acciones, salgan bien o mal.

10. ¿Qué buscamos? ¿Quizás vivir?

¿Cuál es el objetivo final de toda empresa, de toda aventura, de la vida? ¿Es conseguir objetivos o caminar hacia ellos? ¿Es atrapar el horizonte o descubrir los paisajes que atravesamos andando? ¿La vida es la medalla de la llegada o las emociones y sentimientos que hemos almacenado en nuestro interior? Somos hombres forjados en sueños, emociones y sentimientos.

Kilian Jornet, diciembre de 2012